sábado, 9 de abril de 2011

Esa necesidad de sentirte contenido.. Sin tener ni siquiera de poder llorar a gritos, porque todo el mundo se podría enterar de que estás llorando. Esa necesidad del abrazo más lindo del mundo, y ni siquiera encontrás unos brazos de juguete, porque todos están ocupados. Esa necesidad de saciar con un beso. Con una caricia, con un "Te quiero". Y no. Nada alcanza. Solo las lágrimas, que vas largando con cuidado, para que nadie las note, entonces no te piden explicaciones de nada, si después de todo; piden explicaciones, para luego callar todo. Te morís por ese abrazo, y nada. Solo vacío. Lo único que puede brindarte una mano es, la cama, y un cuadernillo o un teclado, para descargar toda esa furia. Para poder sacarte esa mochila de plomo que acarreas desde ese día, ¿Te acordás? Desde  ese día en que todo cambió, que encima no recordás del todo. Porque es confuso. Mucho tiempo, y ya las fechas, días, y color de los ojos se te fueron de la mente. Ese día en que pasaste de ser, una nena, a una mujer, llena de problemas. Crecer sola, sin amparo, no es cosa fácil. Sobre todo, para aquellos, que tenemos respaldo, y solo se inclina cuando nos queremos recostar. Es inservible. Y como te digo yo.. Querés descargarte, y no tenés ni un peluche cerca para contarle tus cosas.


Bajás la cabeza. Inclinás el rostro. Listo, te cansaste. Dijiste basta. No podés más. Y obvio que no. Pero ese instinto de ser superior, te supera. Esas ganas de decir: "Yo sola me levanté.." . Ese sentimiento, cuando bajás la cabeza; se destruye. Ya no sos más que un desecho. Una basurita. Una "porqueriíta" diría mi abuelita. Rogás consuelo. Rogás derechos. Rogás paz.. Llorás, te inclinás, y seguís llorando. Ya no hay ninguna barrera que se interponga. Nada te importa. Solo esas lágrimas corriendo a 200Km/h y sin parar, por tu mejilla. ESA lágrima, que hoy quiso salir. La de ODIO.


Vamos a ver como es. Como queda todo, después de la plegaria.

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