Sin embargo, este mes (septiembre), la chica de tapa fue Zaira Nara. Una mina que yo personalmente, considero bellísima, como pocas otras. El que ella haya aparecido en la tapa, significa que una entrevista aparecía en la revista. Dedicí leer para ver que onda. Resulta que es una mina que no vive en un frasco de mermelada europeo como uno suele pensar de la gente de la farándula y también es un ser humano, osea que sufre, siente, etc.
Cito una frase que me llamó la atención:
"Puedo equivocarme mil veces en la vida, pero siempre me juego por el amor. Es una actitud que no voy a cambiar".
Y me sorprendió, porque a pesar de todo lo que le pasó, la mina no desiste. Yo en su lugar, cierro esa puerta, y no le doy bola a nadie. Pero no por el hecho de haber terminado con un novio. Sino, por haber terminado con el futuro esposo. Y conozco muchas personas con esa fuerza interior que no los para. Como mi amiga Debi, que a poco de casarse, terminó con su novio. Y hace un mes, se casó con Marcos, un pibe que la esperó todo un verano en la distancia, para estar con ella. Por eso, también creo en el amor, aunque soy muy floja muchas veces y no me pongo las pilas en remar la situación.
Otra frase de la entrevista:
"Si un hombre me quiere encarar, no debe ser vueltero y tiene que jugarse por lo que siente. Me conquista el que se acerca con seguridad".
Me gustó lo de "...jugarse por lo que siente...". Últimamente, al menos en mi caso, esto de jugarse no se da. Y se que no debería estar hablando de mi vida privada, pero me gusta compartir también.
Por mi parte, creo que es fundamental que un hombre se juegue. No porque la mujer merece un esclavo como pareja. Sino porque una relación es un juego de complementos. Uno se complementa con el otro, y a la vez complementa a la otra persona. Y sin ningún interés de por medio (eso solo sucede en "el amor puro"). Las mujeres siempre, o la gran mayoría de las veces, nos jugamos, pero porque nuestra naturaleza "maternal" y/o "tierna", hace que nos preocupemos mucho por el otro, y demos hasta lo que no tenemos para que la otra persona esté bien.
Entonces, en conclusión, y para que no sea tan denso, hay que ser persistentes con los sueños o cosas que deseamos, tenemos que aprender a jugarnos por los demás (principalmente aquellos que creen que la otra persona debe dejar la vida, y uno rascarse "porque sí") y Zaira Nara no es solo "una cara bonita", sino, que es como nosotros, un ser humano.
Y jodido, porque las mujeres somos así, jodidas, pero necesarias.
Eliana!
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