Intentar escribir algo interesante, y fracasar en el intento. Buscar a las mussas, y estas no dar ni un perro destello de luz. Pero el escuchar que algunos escriben hasta dormidos da ganas de intentar, en una agenda escolar, plasmar unas pocas ideas erróneas o sacadas de un pozo. Encontrar una guía hasta en la banda de sonido de una película infantil, y darte cuenta de que no te sale un idea, pero sin embargo seguís escribiendo, porque un blog te aclama a gritos desesperados una entrada con ideas vagas.
Van unos cinco o seis renglones, y hasta ahora logré contar que no tengo nada para contar u opinar.
Aunque valió el esfuerzo no?
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